lunes, 18 de noviembre de 2013

Respuesta acciónenred al Arzobispado de Granada

Buenos tratos frente a sumisión.

Josefina Jiménez Betancor.
Coordinadora del Programa Por los Buenos Tratos de acciónenred-Granada.
 

La editorial "Nuevo Inicio" del arzobispado de Granada, está promoviendo la lectura de los libros de Constanza Miriano, Cásate y da la vida por ella y Cásate y sé sumisa. Promoción de ideas que nos sorprende e indigna.

Es terrible que desde una ideología, desde la jerarquía de la iglesia granadina, que dice defender el amor al prójimo, se puedan lanzar mensajes que identifican el amor con el sometimien-to y la sumisión. Promoviendo además "valores" y comportamientos diferenciados no en función de su bondad o utilidad, sino en función de que se sea hombre o mujer.

Nuestra ONG, acciónenred, trabaja desde 2005 desarrollando el Programa Por los buenos tratos, entre otras iniciativas de voluntariado, con el objetivo de promover relaciones en igualdad y amores de calidad.

Relaciones que pensamos han de ser de buenos tratos, construidas y desarrolladas toman-do como base valores que consideramos esenciales en nuestra convivencia y que, en muy buena medida, están amparados como derechos humanos fundamentales por la Constitución y por cien-tos de declaraciones de instituciones internacionales como la UE, la ONU, la OMS, las Conferen-cias del Cairo, de Pekín...

Hablamos de valores como la igualdad en derechos y deberes, de idéntica consideración hacia los derechos, deseos y posibilidades de TODAS las personas implicadas en la relación, inde-pendientemente de que sean hombres o mujeres, de la opción sexual y de cualquiera que sea la forma elegida para construirla. Hablamos de valores como la libertad para decidir cómo queremos relacionarnos: fomentando la reflexión y la responsabilidad con las decisiones que adoptamos; desarrollando la autonomía personal, el cuidado de uno mismo y de las personas con las que con-vivimos...

Según la RAE, sumisión es: 1. f. Sometimiento de alguien a otra u otras personas. 2. f. Sometimiento del juicio de alguien al de otra persona. 3. f. Acatamiento, subordinación mani-fiesta con palabras o acciones.

¿Acaso la sumisión es un valor? ¿No es más bien un contravalor? ¿Cómo puede promover-se un ideal de relación amorosa que precise del sometimiento de una de las partes, las mujeres? ¿Cómo se puede defender que las relaciones se construyan sobre la desconsideración de los de-rechos, deseos, expectativas de una de las partes? Si tan bueno es el "valor" de la sumisión ¿por qué no exigirlo también a los hombres?

En acciónenred consideramos que la sumisión implica tratar a los seres humanos como medios para el logro del bienestar de otros y que ningún ser humano ha de ser utilizado como un medio sino, que por el contrario, todo ser humano constituye un fin en sí mismo, al margen de que sea mujer, hombre o transexual, de la opción sexual, de las formas elegidas para vivir el amor, in-cluso, al margen de las creencias religiosas que tenga.

Nos parece muy grave que desde instituciones con tanta influencia social (y que reciben financiación pública), como es el caso de la jerarquía de la iglesia católica granadina, se promueva el seguimiento de lecturas e ideas que son abiertamente contrarias a nuestro orden constitucional y al desarrollo de una sociedad más justa, libre e igualitaria que considere el bienestar de TODOS los seres humanos como un fin.

Estos mensajes parecen estar lejos de los nuevos aires que el Papa Francisco I pretende insuflar a la iglesia. Y hacen un daño terrible a aquellas personas, en su inmensa mayoría mujeres, que sufren el tormento diario de una relación de sometimiento, en la que se hace muy difícil, cuan-do no imposible, hacer valer las propias opiniones, cubrir las necesidades más perentorias y cum-plir los más justos deseos, incluso, de conseguir el más mínimo respeto por el derecho a la integri-dad física y psicológica.

¿Es así como entienden que hay que construir el amor al prójimo?

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